Este Enero el Gobierno daba luz verde a la reforma local. No han sido ni los servicios, ni el poder creciente de las diputaciones, ni las competencias en educación o sanidad. La primera bronca tiene que ver con los sueldos de alcaldes y concejales. La reforma se lleva por delante las dos promesas más mediáticas que tenían como objetivo reconciliar a los ciudadanos con la clase política. A final los alcaldes podrán cobrar más de lo que cobra un secretario de estado, pudiendo llegar a la cifra de 100.000 €, y seguir cobrando dietas de otras administraciones. Tampoco se reducirán los 20.000 cargos públicos -25% de los existentes- prometidos por el Gobierno. No hablo ya de los innumerables cargos de confianza, o de la cantidad de empresas municipales que bajo el manto de la opacidad laboral se han convertido en verdaderas empresas de colocación de amigo, militantes y favores, en el Baix Llobregat tenemos unos cuantos ejemplos. Nuestra campaña en las municipales de 2011 en la que hablamos con claridad sobre este asunto trajo consigo una sensible rebaja en algunos Ayuntamientos de los sueldos de los regidores, muchas veces fruto de la presión creciente. Nosotros las hemos considerado insuficiente y como nos comprometidos en nuestro programa hemos empleado el 25% de nuestras retribuciones en ayudar a personas que lo necesitan así como promover acciones solidarias a favor de nuestra gente.
David Parada
Conseller Comarcal del Baix Llobregat