Miguel Ángel Ochoa
Portaveu del PP al Prat de Llobregat
No fueron pocos los que se alegraron por la presencia de nuevas formaciones políticas en nuestros consistorios las pasadas elecciones municipales. Alegaban, con buen criterio, que habría más participación, diferentes puntos de vistas y lo que es mejor, mejorarían la política local.
Pasado casi dos años de aquello, hemos podido comprobar que no ha sido así. La incursión de las nuevas formaciones políticas no ha mejorado la dinámica de los plenos municipales, bien al contrario, los quieren convertir en pequeños Parlamentos, y utilizarlos con el objetivo de hacerse un hueco en política supramunicipal y mejorar sus vidas que con la intención de mejorar la vida de nuestros vecinos y de paso ahorrarse algunas horas de trabajo.
Dedicar toda nuestra actividad a repetir los debates que se producen en nuestros parlamentos hace un flaco favor a los problemas reales de nuestros vecinos. Intentar cambiar aquello en lo que no tenemos competencias con discursos pueriles, simplistas y poco preparados y no preocuparse por lo que sí podemos mejorar, es el gran error de la nueva política local.
En política como en todas las facetas de la vida, nadie viene enseñado, pero lo que no podemos permitirnos es que encima no tengan ganas de trabajar por nuestras ciudades.