La sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que invalida la doctrina Parot ha desencadenado, como era de esperar, una fuerte polémica . Lo primero que quiero aclarar, en este contexto, es que Plataforma per Catalunya permanecerá, como siempre lo ha hecho, al lado de las víctimas y, por tanto, contra las consecuencias de una resolución judicial injusta. El mensaje que queremos hacer llegar a estas personas tan queridas es, no obstante, que la justicia sólo llegará por el camino de la verdad, no de la mentira. Sin embargo, es una pena que muchas de las organizaciones de víctimas controladas por los partidos o intelectuales de este sistema oligárquico desprecian la verdad. Porque el verdadero escándalo no se agota, como pretende Pedro J. Ramírez, en el hecho de que, con la ley en la mano, el mencionado tribunal europeo deba resolver a la postre en perjuicio de la justicia, porque la norma sería la que es aunque pisotee la moralidad más básica. De acuerdo con esto, habría que reclamar responsabilidades únicamente a quienes no promulgaron las reformas legislativas oportunas en su momento, es decir, al Partido Socialista. No. El motivo de indignación implica, ciertamente, este dato, pero va mucho más allá.
David Parada
Conseller Comarcal del Baix Llobregat
