Año perdido en Castelldefels

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Manu Reyes

Portaveu del Grupo Municipal PP-Castelldefels

El año 2021 toca su fin y es el momento de hacer balance de como ha ido este difícil y duro año. Por un lado, la pandemia lejos de abandonarnos resurge en una sexta ola que complica aún más la situación complicada de sectores como la restauración, el ocio nocturno, el comercio o el turismo. A la emergencia sanitaria se le une la crisis económica y social que dificulta la viabilidad de muchos negocios y empleos.

A la crudeza del COVID se le une una subida de precios generalizada. Sube el IPC, sube la cesta de la compra, suben los carburantes y los suministros, se dispara la luz, y además, nos suben los impuestos al conjunto de la ciudadanía con el nuevo impuesto del CO2, o la subida del tributo metropolitano un 3% o la tasa de residuos urbanos que crece por encima del 5%.

Castelldefels se encuentra inmerso en una parálisis institucional sin precedentes. El gobierno en minoría formado por socialistas e independentistas no ha sido capaz de elaborar las cuentas para el 2022 ni tampoco ha llevado a pleno una propuesta de ordenanzas fiscales que permitiesen dejar respirar un poco a las familias y a las empresas. Todo lo contrario, cada vez es más difícil invertir en Castelldefels, y no se incentiva la generación de oportunidades en el municipio. Siempre trabas y más palos a las ruedas.

Mientras tanto, la obra de la Av. Constitución, principal arteria de la ciudad, sigue absolutamente parada. Y es que no son suficientes los más de 8 millones de euros enterrados allí en un proyecto que nadie comparte, y que puede tener un sobre coste que lo eleve por encima de los 11 millones de euros el poner el carril bici y suprimir 300 aparcamientos. Ojalá el futuro sea mejor, y el 2022 nos traiga un nuevo gobierno donde impere el sentido común.